Cómo se trata la legionella: soluciones efectivas 

La legionela es una bacteria que puede generar riesgos para la salud en sistemas de agua y aire acondicionado mal mantenidos. Su tratamiento y prevención son esenciales para garantizar la seguridad en instalaciones residenciales, comerciales e industriales. A continuación, exploramos los métodos más efectivos para tratar la legionela en sistemas de agua y climatización. 

1. Desinfección térmica 

Una de las formas más eficaces de eliminar la legionela es mediante tratamientos térmicos. Para ello, se aumenta la temperatura del agua en el sistema hasta 70°C durante un periodo de tiempo controlado. Esta acción mata la legionela y otros patógenos que puedan encontrarse en el sistema. Es una técnica ampliamente utilizada en torres de refrigeración y sistemas de agua caliente

El tratamiento térmico debe realizarse de manera controlada para evitar daños en las tuberías o equipos conectados al sistema. Además, no todos los sistemas pueden soportar esta temperatura, por lo que es necesario un análisis previo del equipo y las infraestructuras. 

2. Desinfección química 

El uso de productos químicos es otra de las estrategias más comunes para erradicar la legionela. El hipoclorito de sodio (lejía) es uno de los desinfectantes más utilizados, gracias a su eficacia frente a bacterias y microorganismos. Este producto puede ser utilizado para limpiar sistemas de agua y climatización, como torres de enfriamiento y cisternas de agua potable

Es fundamental dosificar correctamente el producto, ya que el exceso de desinfectante puede generar subproductos peligrosos, además de dañar las instalaciones. Por lo tanto, es recomendable seguir las instrucciones y realizar un monitoreo constante de los niveles de desinfectante. 

3. Filtración avanzada 

Para eliminar la legionela y otros contaminantes presentes en el agua, la filtración avanzada se ha convertido en una de las soluciones más efectivas. Sistemas de ósmosis inversa y filtración por carbón activado son opciones destacadas que permiten purificar el agua y eliminar impurezas y patógenos. 

La ósmosis inversa es un proceso que utiliza membranas semipermeables para eliminar partículas y bacterias, proporcionando un agua libre de contaminantes. Esta tecnología puede instalarse en puntos clave, como sistemas de agua potable, duchas o sistemas de climatización, protegiendo así la salud de los usuarios. 

4. Control biológico 

El control biológico es otra estrategia que puede ayudar a reducir las poblaciones de legionela. Consiste en la introducción de bacterias competidoras que inhiben el crecimiento de la legionela. Aunque este método es efectivo en algunos casos, es menos común que los tratamientos térmicos o químicos, y suele usarse en combinación con otros métodos. 

5. Mantenimiento regular y monitoreo 

Un mantenimiento preventivo y monitoreo constante son cruciales para prevenir la proliferación de la legionela. Las inspecciones periódicas en sistemas de agua, como calderas, sistemas de refrigeración y tuberías, permiten detectar cualquier indicio de contaminación bacteriana antes de que se convierta en un problema mayor. 

Realizar análisis microbiológicos del agua a intervalos regulares ayuda a identificar la presencia de legionela de manera temprana, permitiendo tomar medidas inmediatas para tratarla antes de que cause brotes. 

6. Renovación de sistemas de agua 

En algunos casos, la renovación parcial o total de sistemas de agua es la única opción viable para erradicar la legionela. Esto incluye la sustitución de tuberías, calentadores de agua y otros componentes del sistema que puedan estar contaminados. Este proceso es más costoso y disruptivo, pero en ciertos casos, es la solución más efectiva para eliminar la bacteria. 

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