El agua que utilizamos en laboratorios, análisis, entornos industriales o domésticos muy frecuentemente contiene impurezas. Comprender los distintos estados en los que estas impurezas pueden presentarse es clave para evaluar su impacto, para elegir la tecnología de tratamiento adecuada y para asegurar la calidad final del agua. En Nilsson Laboratorios, trabajamos habitualmente con agua de diferentes calidades, y por ello es fundamental saber qué estamos midiendo y cómo interpretarlo.
¿Qué entendemos por impurezas en el agua?
Cuando hablamos de impurezas hablamos de cualquier sustancia distinta de la molécula H₂O que aparece en el agua y que puede estar presente en diferentes formas, tamaños, estados físicos o químicos.Estas impurezas pueden clasificarse por su naturaleza (biológica, química, física) y por su estado: disueltas, suspendidas, emulsificadas, particuladas…
Según uno de los manuales técnicos, “las impurezas en el agua incluyen sólidos disueltos y suspendidos”. Vamos a ver los principales estados en los que las impurezas pueden encontrarse.
Principales estados de impurezas en el agua
1. Impurezas disueltas (solubles)
Se trata de sustancias que se encuentran en solución en el agua, es decir, completamente integradas molecularmente o iónicamente. Por ejemplo, sales de calcio, magnesio, sodio, bicarbonatos, cloruros, nitratos. Estas no se pueden ver a simple vista como partículas.
¿Por qué importan?
- Pueden afectar la conductividad eléctrica del agua, su dureza, su pH.
- En aplicaciones de laboratorio pueden interferir con análisis sensibles o reactivos químicos.
- En procesos industriales o de agua para consumo pueden generar incrustaciones, corrosión, sabor u olor.
Ejemplo típico: aguas duras con elevado contenido de calcio y magnesio que requieren descalcificación.
2. Impurezas en suspensión (particuladas)
Estas son partículas que no están disueltas. Pueden estar suspendidas en el agua debido a corrientes, turbulencia o porque su densidad es muy cercana a la del agua. Ejemplos: arcilla, arena fina, materia orgánica en suspensión, lodos.
Importancia:
- Generan turbidez y pueden interferir con filtración, con pruebas analíticas, con sistemas de tratamiento posterior.
- Pueden depositarse y obstruir tuberías, membranas, reactores.
En el laboratorio, un agua con partículas suspendidas podría alterar la precisión de mediciones, contaminar muestras o alterar condiciones de ensayo.
3. Impurezas coloídales/emulsificadas
Estas impurezas están en un estado intermedio entre lo disuelto y lo particulado. Por ejemplo, partículas muy finas que no se sedimentan fácilmente, gotas de aceite o grasa en agua, emulsiones estables. El manual técnico de tratamiento del agua lo describe como “colloidal suspensions” dentro de los sólidos suspendidos finos.
Por qué se distinguen:
- Requieren tratamientos especiales (coagulación, floculación) para ser eliminadas.
- En agua de análisis o en procesos muy exigentes, su presencia puede originar interferencias, turbidez residual o dificultades de filtración.
4. Impurezas gaseosas
Aunque quizá menos mentionadas como “impurezas” en el sentido clásico, los gases disueltos o no en el agua (como CO₂, O₂, H₂S) pueden comportarse como contaminantes o afectar la química del agua.
Ejemplo en laboratorio o industria: un alto CO₂ disuelto puede acidificar el agua, afectar la calibración de equipos, modificar reacciones químicas.
5. Impurezas biológicas
Incluyen microorganismos, bacterias, virus, protozoos, algas, materia orgánica en descomposición. Aunque su “estado” puede considerarse como suspendido o disuelto (dependiendo de tamaño), su tratamiento y control forman una categoría propia.
Relevancia: en análisis, laboratorio clínico o farmacéutico, la presencia de impurezas biológicas es crítica y exige aguas de alta pureza.
Cómo afecta esto a la elección del tratamiento del agua
En Nilsson Laboratorios recomendamos siempre analizar el agua antes de tratarla y elegir la estrategia adecuada según el tipo y estado de la impureza, porque el tratamiento cambia según el tipo de contaminante:
- Para impurezas disueltas: intercambio iónico, osmosis inversa.
- Para partículas en suspensión: filtración, sedimentación, ultrafiltración.
- Para coloides/emulsiones: coagulación, floculación, adsorción.
- Para gases disueltos: desaireación, degasificación.
- Para impurezas biológicas: desinfección, filtración estéril, membranas específicas.
Y para laboratorios, instalaciones farmacéuticas o análisis especiales, es especialmente importante contar con agua de alta pureza donde los niveles de impurezas —en cualquiera de sus estados— se encuentren dentro de tolerancias muy estrictas.
Conclusión
Entender los estados en los que pueden presentarse las impurezas en el agua (dissueltas, suspendidas, coloides/emulsiones, gaseosas, biológicas) es un paso clave para asegurar la calidad del agua utilizada en laboratorios, análisis, procesos industriales o servicios críticos. En Nilsson Laboratorios ponemos a tu disposición nuestro conocimiento y equipamiento para ayudarte a evaluar, tratar y controlar el agua que utilizas, asegurando que los resultados de tus análisis o procesos no se vean comprometidos por impurezas inesperadas.


