La legionella es una bacteria que puede proliferar en sistemas de agua y convertirse en un riesgo para la salud si no se controla adecuadamente. En Nilsson Laboratorios sabemos que la prevención es clave, y uno de los factores más determinantes para frenar su desarrollo es la temperatura del agua.
A continuación, te explicamos de forma clara y técnica a qué temperaturas sobrevive la legionella, y cómo garantizar un suministro de agua seguro en instalaciones públicas, comunitarias e industriales.
El rango de supervivencia de la legionella
La legionella encuentra su hábitat ideal en aguas templadas, especialmente en sistemas que mantienen el agua entre los 20 °C y los 45 °C. Dentro de este rango:
- Por debajo de 20 °C: la bacteria sobrevive, pero no se multiplica.
- Entre 25 °C y 42 °C: es cuando encuentra las condiciones más favorables para crecer y colonizar depósitos, tuberías, duchas o torres de refrigeración.
- Por encima de 50 °C: la multiplicación de la legionella se frena de forma notable.
- A 60 °C o más: la bacteria muere rápidamente.
Esto significa que controlar la temperatura es una estrategia fundamental en el Plan de Prevención y Control de Legionella, tanto en comunidades de vecinos como en hoteles, gimnasios, hospitales o instalaciones industriales.
Métodos térmicos de control
Existen varios procedimientos basados en el choque térmico para reducir la presencia de legionella en los sistemas de agua:
- Mantener el agua fría por debajo de 20 °C en depósitos y conducciones.
- Garantizar que el agua caliente sanitaria se almacene a más de 60 °C y circule siempre a más de 50 °C en los puntos terminales (grifos, duchas).
- Choques térmicos periódicos, elevando la temperatura del agua por encima de los 70 °C durante un tiempo determinado, asegurando que llegue a toda la red de distribución.
Estos procedimientos, combinados con un correcto diseño de las instalaciones y un mantenimiento preventivo adecuado, minimizan el riesgo de proliferación bacteriana.
Temperatura, pero no solo eso
Aunque la temperatura es un factor clave, no es el único. La legionella también puede multiplicarse si encuentra condiciones como:
- Agua estancada en depósitos o tramos muertos de tuberías.
- Presencia de nutrientes como materia orgánica, lodos, óxidos o corrosión.
- Formación de biocapas (biofilm) que protegen a la bacteria y dificultan su eliminación.
Por eso, en Nilsson Laboratorios recomendamos que el control térmico se complemente con análisis microbiológicos regulares y otras medidas preventivas incluidas en el Plan Sanitario del Agua (PSA).
Nilsson Laboratorios: tu aliado en la prevención
En Nilsson Laboratorios ponemos a disposición de empresas, comunidades y administraciones públicas nuestros servicios de:
- Análisis de Legionella en agua.
- Evaluación de parámetros físico-químicos como pH, turbidez, hierro o cloro residual.
- Asesoramiento técnico en la implementación de medidas de prevención y control.
Nuestro objetivo es garantizar que el agua que circula por tus instalaciones sea segura, limpia y libre de riesgos para la salud.
Conclusión: La legionella muere a partir de los 60 °C, pero para garantizar una protección eficaz es fundamental combinar el control térmico con una estrategia integral de prevención y análisis. En Nilsson Laboratorios estamos aquí para ayudarte a mantener tus instalaciones seguras y en cumplimiento de la normativa vigente.